Quinta Escuela del Ciclo de Filosofía Marxista

En la primera de las escuelas dedicadas al estudio del materialismo dialéctico,en octubre del pasado año, nos detuvimos en una de las tesis planteadas por Mao en “Sobre la práctica”:

La filosofía marxista - el materialismo dialéctico- tiene dos características sobresalientes. Una es su carácter de clase: afirma explícitamente que el materialismo dialéctico sirve al proletariado. La otra es su carácter práctico: subraya la dependencia de la teoría respecto a la práctica, subraya que la práctica es la base de la teoría y que ésta, a su vez, sirve a la práctica.

A lo largo de varias escuelas -está será la quinta-, hemos comprendido, cada vez más, esta tesis fundamental del marxismo. Porque, al aplicar la posición y punto de vista que el materialismo dialéctico nos proporciona, hemos sido conscientes de su enorme poder revolucionario y de las decisivas consecuencias que, para la lucha de los pueblos, tiene partir de unas u otras tesis en el terreno filosófico.

La posición y punto de vista de la metafísica, que nos presenta las cosas aisladas, eternas e inmutables, es siempre reaccionaria. Tal y como nos plantea Mao, “según los metafísicos, la explotación capitalista, la competencia capitalista, la ideología individualista de la sociedad capitalista, etc., pueden ser halladas igualmente en la sociedad esclavista de la antigüedad, y aun en la sociedad primitiva, y existirán sin cambio para siempre”.

El materialismo dialéctico nos permite comprender y transformar un mundo en permanente movimiento, donde, como plantea Lenin “las cosas que parecen inmutables se hallan sujetos a un continuo cambio, a un proceso de nacimiento y muerte, este es el aspecto revolucionario de la dialéctica”.
Aplicar el materialismo dialéctico a la realidad permite transformarla al servicio de los pueblos, de los explotados y oprimidos, en definitiva “cambiar el mundo de base”. Y las consecuencias prácticas de hacerlo, o no, son enormes.

El materialismo dialéctico nos permite establecer como la contradicción principal en el mundo actual se stitúa entre la superpotencia norteamericana y el conjunto de países y pueblos del mundo. Sin partir de aquí, no podremos comprender nada de lo que sucede en el mundo, y se conducirá a la lucha de los pueblos a un “mar de humo” donde se combatirá todo... menos el dominio de EEUU.

En esta escuela vamos a abordar dos leyes de la dialéctica que vuelve a darnos valiosas herramientas para la lucha: la indentidad y la lucha entre los dos aspectos de una contradicción, y el papel del antagonismo en la contradicción.

Mao nos plantea como “la identidad de los contrarios se produce sólo a causa de determinadas condiciones, y por eso decimos que es condicional y relativa. Ahora, agregamos que la lucha entre los contrarios recorre los procesos desde el comienzo hasta el fin y origina la transformación de un proceso en otro; la lucha entre los contrarios es omnipresente, y por lo tanto decimos que es incondicional y absoluta”.

Vamos a aplicar esta posición y punto de vista a la contradicción que mueve las sociedades humanas: la lucha de clases.
Para el marxismo la lucha de clases lo “recorre todo”, está presente en todos los fenómenos políticos, económicos, sociales, culturales, ideológicos, teóricos... porque en cada cosa se está defendiendo uno u otro destino de de clase, unos u otros intereses.

Esta es una visión revolucionaria, que obliga a tomar partido y permite defender en cada cosa los intereses de los pueblos.
La lucha entre burguesía y proletariado, la contradicción entre capital y trabajo asalariado, es absoluta, permanente mientras existen las relaciones capitalistas de explotación. No partir de aquí sería caer en el más absoluto reformismo.

Vamos a comprobar como la visión que la burguesía difunde ataca conscienemente este nódulo del marximo. Borrar la lucha es ocultar el antagonismo que su dominio de clase entraña, cegando cualquier camino revolucionario. Hasta el punto de plantear, como hace el llamado “postmarxismo”, que la explotación solo es antagónica cuando los obreros se rebelan.
Mao concluye uno de los capítulos de “Sobre la contradicción” con una cita rabiosamente actual:

Es extremadamente importante adquirir conciencia de este hecho, pues nos permite comprender que en la sociedad de clases, son inevitables las revoluciones y las guerras revolucionarias y que sin ellas es imposible realizar saltos en el desarrollo social y derrocar a las clases dominantes reaccionarias, y, por lo tanto, es imposible que el pueblo conquiste el Poder. Los comunistas deben denunciar la engañosa propaganda de los reaccionarios, quienes afirman, entre otras cosas, que la revolución social es innecesaria e imposible; deben perseverar firmemente en la teoría marxista-leninista de la revolución social y ayudar al pueblo a comprender que la revolución no sólo es absolutamente necesaria, sino también enteramente posible.

La quinta Escuela de Filosofía Marxista se celebrará el viernes 26 y sábado 27 de febrero.
La Escuela se desarrollará por vía telemática, atendiendo a las recomendaciones de las autoridades sanitarias, tiene una matrícula de 6 euros, y cada matriculado recibirá un dossier de textos.