Blog de divulgación marxista

Marxismo-Anarquismo

Las tres rupturas (Parte I)

17 de enero de 2021 | lorf

A lo largo de la historia del movimiento revolucionario se han dado tres encrucijadas, tres acontecimientos de gran importancia que supusieron tres avances cualitativos del marxismo en su constante lucha contra la ideología burguesa. Los ataques provinieron tanto del exterior como desde dentro del propio marxismo, por teóricos que se consideraban marxistas.

Todas estas rupturas giran en torno al mismo problema, la concepción del Estado y la posición que se toma ante la dictadura del proletariado. La burguesía ataca al marxismo negando el carácter de clase del Estado. Lo situa por encima de las clases y niega que sea el resultado del carácter antagónico de los intereses de éstas, es decir un instrumento en manos de las clases dominantes para garantizar su poder y reprimir a las demás.

Primera ruptura: arnarquismo

Es la que se produjo con los anarquistas y socialistas utópicos. Los anarquistas tienen por objetivo destruir el estado burgués pero dado que, para ellos, el enemigo es el estado en sí y no la clase que lo posee, cualquier forma de estado significa opresión. En consecuencia, una vez destruido el estado burgués, no hay que instaurar uno proletario que tome en sus manos la labor de realizar las transformaciones necesarias para acabar con la explotación y con la propia sociedad de clases.

Por otro lado los socialistas utópicos al no partir de un análisis científico del capitalismo, intentaban buscar fórmulas idealistas condenadas al fracaso. Owen, Saint-Simon, Fourier intentaban soluciones en forma de comunas o falansterios donde se tratase mejor a los obreros o campesinos, pero el capitalismo siempre ha sido feroz. Siempre se ha basado en la reducción constante de los costes por todos los medios, y quien no lo logra sucumbe devorado por otros capitalistas.

La Comuna de París

El punto clave de esta encrucijada lo representó la Comuna de París. Ante el avance y sitio de París por parte de las tropas prusianas (guerra franco-prusiana entre 1870 y 1871), los dirigentes y burgueses huyen de París para refugiarse en Versalles. Ante este abandono, los ciudadanos nombran sus representantes (en su mayoría de ideología anarquista). Estos tomarán la dirección de la ciudad en sus manos, organizarán la producción y la defensa, resultando mas eficientes que la propia burguesía y dictarán una serie de decretos revolucionarios para paliar la pobreza extrema que había generado la guerra.

La Comuna de París durará unos 60 días, pero será reprimida con extraordinaria dureza, no por el ejercito prusiano, sino por fuerzas francesas dirigidas por el gobierno provisional de Versalles. Al final algunos acusaron a la Comuna de haber ido demasiado lejos, sin embargo, Marx, que la apoyo totalmente (pese que al principio no estaba seguro de que se dieran las condiciones para lo que él consideró un primer intento de dictadura del proletariado), en realidad la acuso de no haber sido totalmente consecuente, pues ni se tocó el dinero que los burgueses tenían en los bancos, y se permitió a fuerzas prisioneras abandonar la ciudad con sus armas para unirse en Versalles al resto de fuerzas que finalmente masacrarían a la Comuna.

Tras estos acontecimientos el marxismo se convirtió en la corriente principal dentro del movimiento obrero y revolucionario, por lo que pese a la represión y caída de la Comuna de París ha quedado como un marcado punto de inflexión en el avance del marxismo.

 

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